martes, 24 de marzo de 2009

Camisetas I




Camiseta del F.C. Barcelona temporada 98-99
Con esta camiseta, Rivaldo demostró que es uno de los mejores jugadores de todos los tiempos. Sólo le falto la Champions, pero estaba rodeado de los holandeses amargos. Me la compré en Brasil en enero del 2001.
El diseño es sencillo. Lo que se le puede criticar es la cantidad de bastones y le tamaño de los mismos.
Me la compré junto a las camisetas del Corinthians (la regalé a un amigo), del Manchester y del Bayern Munich, las cuales presté y nunca me las devolvieron. Estos días seguiré subiendo las camisetas que tengo.


domingo, 22 de marzo de 2009

La primera ovación

La primera vez que jugué al fútbol en un equipo, fue en Palpalá. Ese equipo se llamaba Gral. Savio, y recuerdo que teníamos una camiseta Azul mangas largas. Era un escuela de fútbol que funcionaba en Zapla, y de donde después de un tiempo, uno pasa a integrar las divisiones inferiores de Zapla. Yo tenía seis años cuando fui por primera vez a entrenar. Recuerdo que jugaba de lateral derecho. Durante la semana lo que hacíamos era aprender lo básico para un jugador de fútbol: jugar con la cabeza levantada, dar pases con la parte interna del pie, pegarle al arco con el empeine, cabecear con la frente, etc.
Todavía me acuerdo de mi primer partido. Jugábamos en unas canchas cerca del Super Todo, atrás de la cancha de golf. Era una cancha de fútbol 11 que se dividía en tres canchitas para el fútbol infantil. Me acuerdo que ganamos 3 a 0 ese partido. Ese día me había llevado mi hermano Federico a la cancha. Era un sábado a la mañana. Durante esa semana habíamos practicado como "marear" a los otros, y recuerdo que yo no era precisamente la habilidad en su estado puro: por algo ese partido jugué como defensor. Empezaba el segundo tiempo e íbamos ganando uno a cero. Ataca el otro equipo por la derecha y cuando el delantero rival me quiere pasar, cerca del córner, recuerdo que le gano metiendo el cuerpo y le robo la pelota. Lo normal hubiera sido que ahí nomás juegue con el líbero o con algún mediocampista. Pero no, yo quería demostrar que sabía marear. Sin ser consciente de que si perdía la pelota era muy probable que nos empataran, esperé a que el delantero venga a querer quitarme la pelota; en ese momento, estando cerca de la línea de fondo, hice como que quería salir jugando hacia mi área, y cuando vi que el delantero seguía mis movimientos, enganché y giré hacia afuera, es decir, hacia el lateral, haciendo pasar de largo al delantero. Cuando levanté la cabeza (otro concepto aprendido en esa semana) vi que venían dos jugadores del otro equipo a presionar corriendo por la línea lateral. Hice la más simple: toqué hacia el medio, con el que sería el número 5. No me acuerdo de ninguno de mis compañeros de esa época. Sí me acuerdo que tras ese enganche y el pase al jugador libre, dos o tres padres (de jugadores de mi equipo) gritaron Ole y que Fede me decía "Bien Seba!". Yo estaba contento. Más todavía porque después de esa jugada vino el segundo gol.
Curiosidades de la vida. Federico me llevo al que tengo noción de ser mi primer partido de fútbol (es probable que haya jugando algún otro partido antes, pero recuerdo ese como el primero) y también me llevó al que fue mi último partido en divisiones inferiores, en el año 2002.

viernes, 20 de marzo de 2009

Una forma de SER.

Así es Estudiantes de La Plata. En Cataluña, el Barcelona tiene como slogan "Más que un club". El de Estudiantes, debería ser "Una forma de Ser".
Cuando hablamos de la mística pincharrata, no estamos haciendo referencia solamente a la hermosa relación-historia que tiene Estudiantes con la Copa Libertadores, sino que estamos hablando de toda una historia, ya centenaria, que hacen de este, uno de los clubes mas importantes de Argentina y de América.
Estudiantes es una forma de ser, porque aprendemos que más allá de los nombres, de los resultados, siempre está el Club. Porque somos hinchas de nuestro Club, en las buenas y en las malas; porque no somos hinchas de nuestra hinchada, porque tenemos grandes logros de que enorgullecernos.
Porque tuvimos a los Profesores, al Beto Infante, a Pelegrina, a la Tercera que Mata, a los Campeones del Mundo, a los Campeones del 82 y 83, a los Campeones del 2006. Porque también tuvimos equipos malos, pero que siempre, SIEMPRE, dejaron la vida por estos colores. Porque nos deleita tanto un caño, como una pelota reventada a la tribuna. Porque nos emociona de la misma manera un gol, como una corrida de 60 metros persiguiendo al rival para sacarle la pelota.
Estudiantes de La Plata tiene ídolos, y a los ídolos se los quiere. Y por sobre todo, los ídolos quieren al Club. El sacrificio, la unión, las garras, la entrega, el amor por la camiseta es algo que tienen tanto los hinchas como los jugadores. Estudiantes es una forma de ser. Si hay que morir, se habrá de morir de pie, con hidalguía, demostrando valor y coraje. La dignidad es algo propio de Estudiantes de La Plata.