Un amigo estudiaba en Tucumán y durante los últimos años, convivía con la novia. Un día se pelearon y ella se fue. Este muchacho, empezó a escribirse con una compañera con la que tenía onda. Y empezaron a verse.
Un día, la novia volvió al departamento, pero no buscar las cosas; volvió para arreglar. Mi amigo, la aceptó porque era el amor de si vida.
Cuestión que al sábado siguiente salieron a dar un paseo por el centro de Tucumán y cuando iban caminando, de frente aparece la compañera. Al notar esto, realiza una acción que debería despertar la sospecha en cualquier persona: se puso a mirar una vidriera de zapatos, relojeando en el reflejo hasta que la compañera se perdió de vista.
No pasaron ni 10 minutos que lo llaman por celular. No una, no dos, catorce veces. Para él, primera señal de una mañana complicada.
Se van a su departamento a pocas cuadras, cuando empieza a soñar el teléfono fijo. Con las catorce perdidas, Alberto ya sospechaba algo. Atendió y como respuesta, una voz conocida lo saludó con una catarata de puteadas. Colgó y le dijo a su novia que era "equivocado". Previsor, desconectó el teléfono.
A los 15 minutos, suena el portero. De nuevo una voz conocida y puteandolo. Y una advertencia que alcanzó a oir antes de colgar. "Si no bajas a dar la cara, subo yo".
- Quien era? - pregunto su novia
- Equivocado - repitió tontamente.
Nuevamente el portero sonaba. Y atendió ella. La sonrisa en la cara se le borró con la misma rapidez con que aparecieron las arrugas en el entrecejo. Cada "ajá" que decía, para Alberto eran como su sentencia de muerte.
- Abajo hay alguien que te busca. Vamos a ver.
Creo que Alberto pensó en tirarse. Pero era un segundo piso, y capaz sobrevivía. Una subsistencia parapléjico no era tentadora. Así qu3 bajaron.
Llegaron y firme junto al portero, estaba su compañera. Al llegar, obviamente no hubo ningún saludo, sólo silencio.
- Me podes explicar quién es ella? - pidió la novia.
- No. No la conozco.
Pagaría por ver esa escena.
- Vos sos pelotudo o hijo de puta? - le preguntó la compañera - Me dijiste que hoy salíamos.
- No sé quién sos.
- Alberto, no seas pelotudo por favor. Tengo tus mensajes aquí - y la compañera sacó su celular, mostrando la evidencia arrolladora: sus típicos chamuyos, sus errores de ortografía, sus clásicas abreviaturas (eran tiempos de sms, donde cada carácter era importante), y su número de teléfono.
- Me hackearon.
- Vos me tomas por pelotuda? - Preguntó su novia.
Alberto no respondió. Eligió retirarse y dejar a las chicas hablando. Se fue a caminar y a visitar a unos amigos.
Cuando volvió a la tarde, encontró en el pasillo toda su ropa. La cerradura había sido cambiada.
Nunca nos contó cómo hizo para que el miércoles, estuviera de vuelta viviendo con su novia. Ni cómo hizo esa noche para dormir en el departamento de la compañera.
A las tres semanas, Alberto era soltero de nuevo. Y no volvió a tener una relación hasta que volvió a Jujuy.
miércoles, 18 de julio de 2018
martes, 17 de julio de 2018
Nadar en otras aguas.
Muchas cosas pasaron en este tiempo, desde que abrí el blog y los casi 6 años que estuve sin publicar.
Me recibí de abogado. Empecé a trabajar como docente universitario. Inicié y termine un posgrado en derecho de daños. Fui asesor en la Cámara de Diputados de la Nación. Puse mi propio estudio jurídico. Ganamos las elecciones en la Provincia. Empecé a trabajar en la Fiscalía de Estado. Fui Consejero Titular del Colegio de Abogados de Jujuy. Fui nombrado en el Tribunal Evaluador de Jueces de la Provincia.
Empecé a jugar handball de nuevo. Dejé. Volví a jugar. Volví a dejar. Fui Secretario de la Federación de Handball, ahora soy delegado de mi club. Tuve una pelea con la Federación de Handball. Fui vocal de la Sociedad Española, ahora soy prosecretario.
Empecé a jugar fútbol. Dejé. Volví a jugar fútbol. Volví a dejar. Abrí una cuenta de Facebook. La cerré. Otra de Twitter e Instagram que mantengo abiertas.
Fui twittstar durante una semana.
Me fui a vivir sólo.
En esos pocos párrafos pueden resumirse mis últimos años.
Como me decía un amigo hoy día, mi vida gira en torno a dos ejes concéntricos: la política y la abogacía. Son pocas las cosas que hago, que no se relacionan con esas actividades. Lo que hace que cuando me salgo de esa zona de confort, me sienta incómodo. Y habiendo pasado los 30, creo que tengo que salir de allí. Ir a nadar en otras aguas, conocer otras personas, otras realidades. Y me cuesta, porque soy una persona bien cómoda.
domingo, 8 de julio de 2018
El día que...
Primera Parte.
El miedo se para enfrente mío. Puedo verlo cara a cara. Y no llega sólo. El dolor, la angustia y la desesperanza, sus leales secuaces, también se presentan. Me rodean. No me atacan directamente, prefieren verme sufrir. Hay tiempo todavía para asestarme el golpe. Sin embargo, siento como sus miradas penetran directo en mi corazón. Y el frío empieza a invadirme. Un frío de muerte que me paraliza. Y es entonces cuando siento un silencio que oprime todo mi ser. Un silencio que anuncia el fin de mis sueños.
Durante unos minutos, ví como me sonreían burlonas, seguras de mi derrota.
Segunda Parte.
Pero hubo un grito que rompió ese silencio. Un grito que me contagió, y que brotando de mi corazón, resonó en mi garganta, rompiendo el hechizo del frío. Fue un grito de desahogo, de esperanza, y también de guerra. Un grito de vida. Como un elixir de vida, lleno todo mi ser. Estaba eufórico y comprendí que también estaba vivo. Más vivo que nunca. Que no estaba dispuesto a renunciar a mis sueños tan fácilmente. Y me preparé para batallar, para no dejar que esos monstruos volvieran a poseerme.
Y con un nuevo grito de guerra, me decidí a defenderme con el alma y el corazón. Un nuevo grito que resonó en todo el mundo, coreado por miles de gargantas, transformadas éstas en el canal de emociones.
Tercera Parte.
Y me preparé para la batalla más dura de toda mi vida. La tensión se apoderó de mi cuerpo, agarrotando mis músculos. No podía quedarme sentado, me paré y camine lo que me parecieron kilómetros y kilómetros. Las piernas me temblaban, pues una vez que había conocido a mis enemigos, no podía dejar de imaginarme su vuelta. Temía que ese momento llegara. Con el correr de los minutos me fui calmando, tratando de dominar mis sentidos y mi ser. Entonces, mi sueño se presentó ante mí, pude verlo y casi tocarlo. La emoción y la felicidad empezaban a contagiar cada célula de mi ser, cada rincón de mi mente, cada fibra de mi corazón. Y de pronto comprendí que no debía caer ante esa ilusión puesta en mi mente por el enemigo; quería engañarme, para que mi caída fuera más dolorosa. Recordé un antiguo mandamiento de mi tribu, de no dar por ganada la batalla hasta la muerte de mi enemigo. Y despejé de mi cabeza esas imágenes. Entendí que mi sueño estaba cerca, que podía ser realmente bello, pero que no debía darlo por hecho. Que la batalla iba a ser dura. Y nuevamente los músculos se tensionaro en espera de la señal.
Seguía caminando por grandes distancias, aunque no me había movido ni un milímetro de mi lugar. Sentía que mi cuerpo no podía soportar el peso de tanta tensión. Me agaché para tratar de serenarme y encontrar el rumbo. Entonces, sentí una presencia a mis espaldas.
Cuarta Parte.
Me di vuelta, y allí estaban ellos nuevamente. Pero ahora, eran un sólo monstruo, que se mostraba en todo su esplendor. Gigante y aterrador. Más poderoso y peligroso que antes. Y el tiempo se detuvo. Nuevamente el silencio se iba apoderando de mí, mientras el monstruo me inmovilizaba con sus garras. Notaba como el frío iba extendiéndose desde el corazón hacia todas mis extremidades. Cerré los ojos, esperando el zarpazo mortal de mi enemigo, cuando comprendí que no era una manera digna de morir. Mejor verlo a la cara mientras me devoraba. Y cuando abrí los ojos, a pesar de todo el temor que invadía mi cuerpo, un grito de alivio hizo desaparecer esa ilusión. Temblé, pues sabía que mi enemigo estaba listo para venir a saciar su apetito con mis sueños y esperanzas.
Luego de unos instantes que parecieron eternos, comprendí que habían sido mis sueños y esperanzas quienes habían vencido al monstruo. Eran demasiado grandes para él. Y me sentí protegido. Sentí nuevamente el dolor de mis piernas agarrotadas de tanta tensión. Pero en el pecho tenía un talismán que me permitía mantenerne vivo. A la espera de la señal.
Al alzar la vista, pude encontrarme con el rostro de otros miembros de mi tribu. Y al ver esos rostros cansados, tensos y sudorosos, comprendí que sus enemigos y sufrimientos habían sido los mismos. Pero que también sus sueños y esperanzas los habían hecho salir victoriosos. Y me vi reflejados en ellos. Y el tiempo, que se había detenido como por un hechizo ante la aparición de este ser, volvió a correr nuevamente cuando entre todos, lanzamos nuestro grito de guerra, convencidos esta vez de que la victoria era nuestra.
Quinta Parte.
Y vimos la señal. La señal que habíamos deseado y esperado era por fin dada. Y como si fuera un dragón que sale de su cueva, la alegría brotó desde nuestro corazón extendiendo sus alas por todo nuestro cuerpo. El pecho, ese cofre en donde se guardan y sienten todas las emociones, abrió su tapa para que nuestros sueños salieran y formaran parte de la realidad. Los sentidos se perdieron, desbordados por la alegría. Veo cara pero no distingo cuales. Escucho voces y ruidos, pero no entiendo qué dicen. Siento abrazos, pero no se de quiénes son. Y entonces, nuevamente el tiempo se detiene y se hace presente el silencio. Pero un silencio distinto, diferente. Es la pausa que necesito para serenarme. Vuelvo a la realidad, y ahora sí, puedo recordar cada detalle.
Así viví el día que Estudiantes salió Campeón de América
Nota:
Primera Parte: Minuto 51, Henrique pone Cruzeiro 1 - Estudiantes 0
Segunda Parte: Minuto 56 y Minuto 72. Gastón Fernández y Mauro Boselli, ponen arriba a Estudiantes 2 a 1.
Tercera Parte: Minutos 72 a 85. Estudiantes domina el partido.
Cuarta Parte: Minuto 86. Thiago remata desde fuera del área y la pelota pega en la unión del travesaño y el palo derecho de Andújar.
Quinta Parte: Minuto 93. Chandía marca el final del partido y Estudiantes es Campeón.
El miedo se para enfrente mío. Puedo verlo cara a cara. Y no llega sólo. El dolor, la angustia y la desesperanza, sus leales secuaces, también se presentan. Me rodean. No me atacan directamente, prefieren verme sufrir. Hay tiempo todavía para asestarme el golpe. Sin embargo, siento como sus miradas penetran directo en mi corazón. Y el frío empieza a invadirme. Un frío de muerte que me paraliza. Y es entonces cuando siento un silencio que oprime todo mi ser. Un silencio que anuncia el fin de mis sueños.
Durante unos minutos, ví como me sonreían burlonas, seguras de mi derrota.
Segunda Parte.
Pero hubo un grito que rompió ese silencio. Un grito que me contagió, y que brotando de mi corazón, resonó en mi garganta, rompiendo el hechizo del frío. Fue un grito de desahogo, de esperanza, y también de guerra. Un grito de vida. Como un elixir de vida, lleno todo mi ser. Estaba eufórico y comprendí que también estaba vivo. Más vivo que nunca. Que no estaba dispuesto a renunciar a mis sueños tan fácilmente. Y me preparé para batallar, para no dejar que esos monstruos volvieran a poseerme.
Y con un nuevo grito de guerra, me decidí a defenderme con el alma y el corazón. Un nuevo grito que resonó en todo el mundo, coreado por miles de gargantas, transformadas éstas en el canal de emociones.
Tercera Parte.
Y me preparé para la batalla más dura de toda mi vida. La tensión se apoderó de mi cuerpo, agarrotando mis músculos. No podía quedarme sentado, me paré y camine lo que me parecieron kilómetros y kilómetros. Las piernas me temblaban, pues una vez que había conocido a mis enemigos, no podía dejar de imaginarme su vuelta. Temía que ese momento llegara. Con el correr de los minutos me fui calmando, tratando de dominar mis sentidos y mi ser. Entonces, mi sueño se presentó ante mí, pude verlo y casi tocarlo. La emoción y la felicidad empezaban a contagiar cada célula de mi ser, cada rincón de mi mente, cada fibra de mi corazón. Y de pronto comprendí que no debía caer ante esa ilusión puesta en mi mente por el enemigo; quería engañarme, para que mi caída fuera más dolorosa. Recordé un antiguo mandamiento de mi tribu, de no dar por ganada la batalla hasta la muerte de mi enemigo. Y despejé de mi cabeza esas imágenes. Entendí que mi sueño estaba cerca, que podía ser realmente bello, pero que no debía darlo por hecho. Que la batalla iba a ser dura. Y nuevamente los músculos se tensionaro en espera de la señal.
Seguía caminando por grandes distancias, aunque no me había movido ni un milímetro de mi lugar. Sentía que mi cuerpo no podía soportar el peso de tanta tensión. Me agaché para tratar de serenarme y encontrar el rumbo. Entonces, sentí una presencia a mis espaldas.
Cuarta Parte.
Me di vuelta, y allí estaban ellos nuevamente. Pero ahora, eran un sólo monstruo, que se mostraba en todo su esplendor. Gigante y aterrador. Más poderoso y peligroso que antes. Y el tiempo se detuvo. Nuevamente el silencio se iba apoderando de mí, mientras el monstruo me inmovilizaba con sus garras. Notaba como el frío iba extendiéndose desde el corazón hacia todas mis extremidades. Cerré los ojos, esperando el zarpazo mortal de mi enemigo, cuando comprendí que no era una manera digna de morir. Mejor verlo a la cara mientras me devoraba. Y cuando abrí los ojos, a pesar de todo el temor que invadía mi cuerpo, un grito de alivio hizo desaparecer esa ilusión. Temblé, pues sabía que mi enemigo estaba listo para venir a saciar su apetito con mis sueños y esperanzas.
Luego de unos instantes que parecieron eternos, comprendí que habían sido mis sueños y esperanzas quienes habían vencido al monstruo. Eran demasiado grandes para él. Y me sentí protegido. Sentí nuevamente el dolor de mis piernas agarrotadas de tanta tensión. Pero en el pecho tenía un talismán que me permitía mantenerne vivo. A la espera de la señal.
Al alzar la vista, pude encontrarme con el rostro de otros miembros de mi tribu. Y al ver esos rostros cansados, tensos y sudorosos, comprendí que sus enemigos y sufrimientos habían sido los mismos. Pero que también sus sueños y esperanzas los habían hecho salir victoriosos. Y me vi reflejados en ellos. Y el tiempo, que se había detenido como por un hechizo ante la aparición de este ser, volvió a correr nuevamente cuando entre todos, lanzamos nuestro grito de guerra, convencidos esta vez de que la victoria era nuestra.
Quinta Parte.
Y vimos la señal. La señal que habíamos deseado y esperado era por fin dada. Y como si fuera un dragón que sale de su cueva, la alegría brotó desde nuestro corazón extendiendo sus alas por todo nuestro cuerpo. El pecho, ese cofre en donde se guardan y sienten todas las emociones, abrió su tapa para que nuestros sueños salieran y formaran parte de la realidad. Los sentidos se perdieron, desbordados por la alegría. Veo cara pero no distingo cuales. Escucho voces y ruidos, pero no entiendo qué dicen. Siento abrazos, pero no se de quiénes son. Y entonces, nuevamente el tiempo se detiene y se hace presente el silencio. Pero un silencio distinto, diferente. Es la pausa que necesito para serenarme. Vuelvo a la realidad, y ahora sí, puedo recordar cada detalle.
Así viví el día que Estudiantes salió Campeón de América
Nota:
Primera Parte: Minuto 51, Henrique pone Cruzeiro 1 - Estudiantes 0
Segunda Parte: Minuto 56 y Minuto 72. Gastón Fernández y Mauro Boselli, ponen arriba a Estudiantes 2 a 1.
Tercera Parte: Minutos 72 a 85. Estudiantes domina el partido.
Cuarta Parte: Minuto 86. Thiago remata desde fuera del área y la pelota pega en la unión del travesaño y el palo derecho de Andújar.
Quinta Parte: Minuto 93. Chandía marca el final del partido y Estudiantes es Campeón.
A sacar del medio.
Aprovechando el tema del mundial, voy a revivir este espacio, en donde voy a dejar mis pensamientos y vivencias. Se la voy a hacer fácil a un futuro biógrafo. (?)
Pasaron casi 6 años desde que escribí por última vez aquí. Tanto tiempo, que los blogs pasaron a ser historia dentro del mundillo de internet. Y muchas cosas me pasaron en el medio. Muchas muy buenas, y muchas muy malas.
En estas últimas semanas, me pasó algo bien futbolero. Venía a lo Brasil, con mucha potencia, muchas ganas de ir para adelante. Y de repente, me encontré con un gol en contra. Me encontré con que todo el partido que venía pensando y jugando, había cambiado totalmente.
Y el fútbol, muchas veces, es como la vida. Se vive como se juega, dicen por ahí.
Ahora tengo que sacar del medio, con el partido en contra.
Ahora es cuando se hace importante contar con un plan B y un plan C, para saber cómo afrontar esta desventaja.
Estoy entrando a los últimos 15 minutos del primer tiempo, y creo que es importante tratar de empatar antes del entretiempo. Sino, se va a complicar la cosa.
Ampliaremos.
domingo, 26 de agosto de 2012
Murió Neil Armstring. ¿Quién? El primer hombre que pisó la luna.
El primer ser humano que, tras miles de años de contemplar a la luna como un cuerpo inalcanzable, tras miles de años de sueños y anhelos, llegó a la luna.
Una de las cosas que me impresionan de la raza humana, es su ingeniería. El hecho de haber logrado que miles de toneladas de acero se pudieran mantener en el aire para trasportar seres humanos de un punto a otro del planeta en pocas horas.
Con mayor razón, siempre me pareció que el hecho de haber puesto en órbita un cohete primero, luego un cohete con un perro (una perra en realidad) y luego un cohete con un ser humano, demostraban la grandeza de la capacidad de superación del ser humano.
Y si el transporte aéreo de personas (aún hoy) me parece una hazaña de la ingeniería humana, el transporte espacial lo supera con creces. Sobre todo "la conquista" de la luna.
Que un ser de nuestra especie haya estado en la luna, es una pequeña muestra de lo mucho que puede lograr el ser humano. Cuando Neil Armstrong pisó la luna, el 20 de julio de 1969, se escribió una de las páginas más importantes de la historia de la humanidad.
La verdad, que poco me importan las discusiones políticas sobre el hecho (la banderita de Estados Unidos plantada ahí) y mucho menos las teorías conspirativas. Sé que el ser humano llegó a la luna y lo considero como uno de los hitos más importantes de la historia. Podría haber sido cualquier persona, pero el primero fue Neil Armstrong, que ayer desapareció físicamente. Sin embargo, su nombre, seguirá vivo para el resto de la eternidad.
"Un pequeño paso para un hombre, un gran salto para la humanidad"
El primer ser humano que, tras miles de años de contemplar a la luna como un cuerpo inalcanzable, tras miles de años de sueños y anhelos, llegó a la luna.
Una de las cosas que me impresionan de la raza humana, es su ingeniería. El hecho de haber logrado que miles de toneladas de acero se pudieran mantener en el aire para trasportar seres humanos de un punto a otro del planeta en pocas horas.
Con mayor razón, siempre me pareció que el hecho de haber puesto en órbita un cohete primero, luego un cohete con un perro (una perra en realidad) y luego un cohete con un ser humano, demostraban la grandeza de la capacidad de superación del ser humano.
Y si el transporte aéreo de personas (aún hoy) me parece una hazaña de la ingeniería humana, el transporte espacial lo supera con creces. Sobre todo "la conquista" de la luna.
Que un ser de nuestra especie haya estado en la luna, es una pequeña muestra de lo mucho que puede lograr el ser humano. Cuando Neil Armstrong pisó la luna, el 20 de julio de 1969, se escribió una de las páginas más importantes de la historia de la humanidad.
La verdad, que poco me importan las discusiones políticas sobre el hecho (la banderita de Estados Unidos plantada ahí) y mucho menos las teorías conspirativas. Sé que el ser humano llegó a la luna y lo considero como uno de los hitos más importantes de la historia. Podría haber sido cualquier persona, pero el primero fue Neil Armstrong, que ayer desapareció físicamente. Sin embargo, su nombre, seguirá vivo para el resto de la eternidad.
"Un pequeño paso para un hombre, un gran salto para la humanidad"
viernes, 3 de agosto de 2012
Sobre muertos y necios.
El otro día veía comentarios y repercusiones sobre el informe de VHM que salió en PPT, y llego a esta reflexión:
Si VHM apoyó a los militares en su juventud, me parece perfecto. Si no los apoyó, también me parece bárbaro. Sinceramente, creo que los apoyó, no sólo en lo intelectual, sino también en lo afectivo forjando lazos de amistad con algunos de ellos.
Hoy en día VH se muestra a sí mismo como un paladín de la defensa de los derechos humanos. ¿Está mal? Claro que no. ¿Que hay una gran contradicción entre su actitud actual y su pasado? Es evidente que sí. ¿Y? ¿No pudo VH haber cambiado de opinión?¿No puede ser que se haya dado cuenta de lo que hacía? O tal vez no se dio cuenta en el momento y sí lo hizo en una reflexión interna sobre su pasado. Sólo él lo sabe en su fuero interno.
Repito ¿Está mal que haya cambiado sobre su forma de pensar?. Y vuelvo a insistir: no. El ser humano es cambio constante. Si yo me comparo con el Jimi de hace 1 año, hay profundos cambios en mi vida, grandes eventos, propios y extraños, que me hicieron crecer y decrecer como persona. ¡Cuanto más para VH en casi 40 años!.
Lo que sí me parece que está mal, es desconocer esa faceta de su pasado, porque pienso que eso es renegar de uno mismo, negarse como persona, desconocer nuestra propia historia personal.
Me parece mucho más respetable un tipo que dice: "Sí, en mi juventud me equivoqué y apoyé a la dictadura. Me di cuenta de mi error y cambié". ¡Qué gran gesto de humildad y grandeza! Y no lo digo sólo por VH, sino que lo hago extensivo a todos. En especial a quienes hoy critican los 90's como si no hubieran sido "cómplices" de lo que pasó.
Mi viejo siempre me dijo: los únicos que no cambian son los muertos y los necios. Y tiene razón.
jueves, 2 de agosto de 2012
Pequeña opinión sobre el proyecto de Código Civil.
Como muchos sabrán, se ha presentado un proyecto de Código Civil, el cual unificará la legislación Civil y Comercial, no sólo la contenida en sendos códigos, sino también una serie de leyes que forman distintos microsistemas (ej.: ley de Bien de Familia, Nombre, Defensa al Consumidor, Leasing, Fideicomiso, Propiedad Horizontal, etc.).
No es la primera vez que se hace un proyecto para reformar el Código Civil, o el Código de Comercio o el primer proyecto que intenta unificar ambos códigos.. La historia sobre las diferentes reformas será motivo de otro post, lo prometo.
El último proyecto data de 1998, y sirvió de base al actual proyecto.
El proyecto actual consta de 2671 artículos y ha sido preparado por juristas de todo el país. La comisión redactora designada por la Presidente está integrada por el Presidente de la Corte Suprema, Dr. Ricardo Luis Lorenzetti, la ministro del mismo Tribunal, Dra. Elena Highton de Nolasco y la ex jueza de la Suprema Corte de Mendoza, Dra. Aída Kemelmajer de Carlucci. Ellos, a su vez, designaron cerca de 80 subcomisiones, integradas por los más importantes juristas de todo el país, con la idea de redactar el proyecto de Código Civil, tomando como base el gran trabajo realizado por la Comisión redactora del Proyecto del 98.
Hasta ahora, voy leyendo 1123 artículos de los 2671. Y debo emitir una opinión a favor del nuevo Código. Se destaca por su simpleza, evitando el casuismo que caracteriza al Código en vigencia, conservando los grandes principios del derecho civil y comercial, agregando las observaciones y críticas que merece el articulado actual del Código y sus reformas.
¿Que hay artículos polémicos? Seguro. La parte entera del derecho de familia es polémica pura. Sin embargo, creo que ello no es obstáculo para la aprobación del nuevo Código. Un nuevo Código es una necesidad, para la adaptación a una nueva sociedad, distinta a la conocida por Vélez en 1870 (año en que terminó de redactar el Código Civil, que se inspiró a su vez en textos de 1850). Una sociedad tecnologizada, agilizada, consumista. Es necesario modernizar el Código, para que las letras de sus artículos estén contestes con la realidad sin tener que recurrir a humanizadoras interpretaciones de algo que la ley no dice. No sólo la sociedad de Vélez es la que cambió; también lo hizo el mundo, las formas de negociar, la ciencia médica, la ciencia jurídica.
La reforma del Código es una necesidad. Creo que las palabras de la Comisión Redactora del Proyecto del 98 son esclarecedoras: "La importancia de la legislación atinente al Derecho privado es tal que, cuando el doctor Guillermo A. Borda presentó a la opinión pública la ley 17.711 -que en 1968 introdujo trascendentes reformas al Código Civil-, expresó que, aun a riesgo de ser considerado herético, estaba "tentado de decir que el Código Civil es más importante que la propia Constitución Nacional", porque ella "está más alejada de la vida cotidiana del hombre" que el Código Civil, el cual, en cambio, "lo rodea constantemente, es el clima en que el hombre se mueve, y tiene una influencia decisiva en la orientación y conformación de una sociedad"
¿Por qué digo que el derecho de familia, polémico, no es obstáculo? Porque tal vez el derecho de familia sea el que más modificaciones ha recibido a lo largo de la historia: basta mencionar las leyes 2393, 11357, 13252, 17711, 19134, 23364, 23515, 24779, 26618... Entonces, es una materia que puede ser nuevamente sujeta a modificaciones.
En cambio el resto del Código Civil no ha sufrido grandes modificaciones, más allá de la reforma de la ley 17.711 que incorporó grandes institutos humanizadores tales como al lesión, el abuso al derecho, la teoría de la imprevisión, el factor de atribución objetivo, la indemnización de equidad, etc.
En lo personal, y dando mi humilde opinión profesional, creo que el nuevo Código representa la realización de las opiniones de los grandes tratadistas argentinos, conservando en esencia el derecho civil que nos legó la monumental obra de Vélez Sársfield y adaptando los institutos clásicos a los nuevos tiempos.
Cuando estudiaba para rendir filosofía jurídica, recuerdo que Werner Goldschmidt hablaba sobre la inconveniencia de tener un derecho muerto en una sociedad viva, haciendo referencia a la aplicación del viejo derecho romano en algunas sociedades del siglo XIX (como en la Alemania de Savigny)... no digo que nos estuviera pasando lo mismo, pero era algo que podía suceder de mantenerse en vigencia un código pensado para otra sociedad, para otros tiempos, como el redactado por Vélez.
La sociedad argentina en general, y la comunidad jurídica en especial se encuentra en un momento trascendental de nuestra historia. Esperemos que sea para bien.
PD: Por si no se entendió, en lo personal no estoy de acuerdo con la forma en la que se está regulando el derecho de familia en este proyecto. Sin embargo, como es una materia que ha sufrido muchas modificaciones, el proyecto creo que debe ser aprobado, ya que si bien no coincido con las normas que contiene sobre esa materia, creo que puede ser modificada en el futuro.
No es la primera vez que se hace un proyecto para reformar el Código Civil, o el Código de Comercio o el primer proyecto que intenta unificar ambos códigos.. La historia sobre las diferentes reformas será motivo de otro post, lo prometo.
El último proyecto data de 1998, y sirvió de base al actual proyecto.
El proyecto actual consta de 2671 artículos y ha sido preparado por juristas de todo el país. La comisión redactora designada por la Presidente está integrada por el Presidente de la Corte Suprema, Dr. Ricardo Luis Lorenzetti, la ministro del mismo Tribunal, Dra. Elena Highton de Nolasco y la ex jueza de la Suprema Corte de Mendoza, Dra. Aída Kemelmajer de Carlucci. Ellos, a su vez, designaron cerca de 80 subcomisiones, integradas por los más importantes juristas de todo el país, con la idea de redactar el proyecto de Código Civil, tomando como base el gran trabajo realizado por la Comisión redactora del Proyecto del 98.
Hasta ahora, voy leyendo 1123 artículos de los 2671. Y debo emitir una opinión a favor del nuevo Código. Se destaca por su simpleza, evitando el casuismo que caracteriza al Código en vigencia, conservando los grandes principios del derecho civil y comercial, agregando las observaciones y críticas que merece el articulado actual del Código y sus reformas.
¿Que hay artículos polémicos? Seguro. La parte entera del derecho de familia es polémica pura. Sin embargo, creo que ello no es obstáculo para la aprobación del nuevo Código. Un nuevo Código es una necesidad, para la adaptación a una nueva sociedad, distinta a la conocida por Vélez en 1870 (año en que terminó de redactar el Código Civil, que se inspiró a su vez en textos de 1850). Una sociedad tecnologizada, agilizada, consumista. Es necesario modernizar el Código, para que las letras de sus artículos estén contestes con la realidad sin tener que recurrir a humanizadoras interpretaciones de algo que la ley no dice. No sólo la sociedad de Vélez es la que cambió; también lo hizo el mundo, las formas de negociar, la ciencia médica, la ciencia jurídica.
La reforma del Código es una necesidad. Creo que las palabras de la Comisión Redactora del Proyecto del 98 son esclarecedoras: "La importancia de la legislación atinente al Derecho privado es tal que, cuando el doctor Guillermo A. Borda presentó a la opinión pública la ley 17.711 -que en 1968 introdujo trascendentes reformas al Código Civil-, expresó que, aun a riesgo de ser considerado herético, estaba "tentado de decir que el Código Civil es más importante que la propia Constitución Nacional", porque ella "está más alejada de la vida cotidiana del hombre" que el Código Civil, el cual, en cambio, "lo rodea constantemente, es el clima en que el hombre se mueve, y tiene una influencia decisiva en la orientación y conformación de una sociedad"
¿Por qué digo que el derecho de familia, polémico, no es obstáculo? Porque tal vez el derecho de familia sea el que más modificaciones ha recibido a lo largo de la historia: basta mencionar las leyes 2393, 11357, 13252, 17711, 19134, 23364, 23515, 24779, 26618... Entonces, es una materia que puede ser nuevamente sujeta a modificaciones.
En cambio el resto del Código Civil no ha sufrido grandes modificaciones, más allá de la reforma de la ley 17.711 que incorporó grandes institutos humanizadores tales como al lesión, el abuso al derecho, la teoría de la imprevisión, el factor de atribución objetivo, la indemnización de equidad, etc.
En lo personal, y dando mi humilde opinión profesional, creo que el nuevo Código representa la realización de las opiniones de los grandes tratadistas argentinos, conservando en esencia el derecho civil que nos legó la monumental obra de Vélez Sársfield y adaptando los institutos clásicos a los nuevos tiempos.
Cuando estudiaba para rendir filosofía jurídica, recuerdo que Werner Goldschmidt hablaba sobre la inconveniencia de tener un derecho muerto en una sociedad viva, haciendo referencia a la aplicación del viejo derecho romano en algunas sociedades del siglo XIX (como en la Alemania de Savigny)... no digo que nos estuviera pasando lo mismo, pero era algo que podía suceder de mantenerse en vigencia un código pensado para otra sociedad, para otros tiempos, como el redactado por Vélez.
La sociedad argentina en general, y la comunidad jurídica en especial se encuentra en un momento trascendental de nuestra historia. Esperemos que sea para bien.
PD: Por si no se entendió, en lo personal no estoy de acuerdo con la forma en la que se está regulando el derecho de familia en este proyecto. Sin embargo, como es una materia que ha sufrido muchas modificaciones, el proyecto creo que debe ser aprobado, ya que si bien no coincido con las normas que contiene sobre esa materia, creo que puede ser modificada en el futuro.
domingo, 29 de julio de 2012
sábado, 28 de julio de 2012
Un poco de bilardismo para principiantes.
El bilardismo, más que una forma de jugar al fútbol, es una forma de encarar la vida.
Muchas veces se pone al bilardismo por oposición al menottism*, como si fuera una forma "fea" de jugar al fútbol. El famoso "tikitiki", "la nuestra" que tanto pregonan desde el periodismo trucho de Pagani y Bonadeo.
Pero el bilardismo, no es eso. Decir que los equipos de Bilardo juegan "feo" o juegan "mal", tomando como parámetro el equipo del mundial de Italia 90, es desconocer el fútbol.
El equipo del mundial de Italia fue un equipo armado alrededor de un Maradona diezmado en lo físico. Un equipo pensado para no sufrir abajo y explotar arriba. Era lo que había. Y se llegó a la final. Una instancia a la que Argentina llegó en 4 ocasiones. En 2, estuvo Bilardo sentado en el banco.
Decir que un equipo de Bilardo juega "feo", es no haber visto nunca, ni en videos, lo que era el mediocampo de Estudiantes de La Plata versión 82: Sabella, Ponce, Trobbiani. Esos tres eran un canto al espectáculo. Y a todos los hizo brillar Bilardo.
El bilardismo, pues, es una filosofía. En donde el esfuerzo es el camino al éxito. En donde el trabajo constante, es la forma de autosuperación. En donde el "nosotros" importa más que el "yo". En donde cada uno debe conocer a la perfección su función dentro del equipo, y conocer la función del compañero. En donde debo conocer a quien me enfrento, sus debilidades y sus fortalezas. En donde para atacar, tengo que estar bien preparado para defenderme. El bilardismo enseña que a veces es preferible reventarla a la tribuna que "salir jugando".
En donde el rival puede ser superior y por lo tanto hay que saber aprovechar cada ocasión. Cuando el rival es superior, las ocasiones se presentan en forma de pelota parada. Y por eso, debo practicar las pelotas paradas una y otra y otra vez, para poder sacar ventaja en ese ítem.
El bilardismo es ganar. Si se puede jugar a un toque, con velocidad, se juega. Si se tiene que jugar al pelotazo a las bandas, se juega. Si se tiene que jugar con pases al vacío, se juega. Si se tiene que jugar de contra, se juega de contra. Si hay que colgarse del travesaño, uno se cuelga.
Muchas veces se pone al bilardismo por oposición al menottism*, como si fuera una forma "fea" de jugar al fútbol. El famoso "tikitiki", "la nuestra" que tanto pregonan desde el periodismo trucho de Pagani y Bonadeo.
Pero el bilardismo, no es eso. Decir que los equipos de Bilardo juegan "feo" o juegan "mal", tomando como parámetro el equipo del mundial de Italia 90, es desconocer el fútbol.
El equipo del mundial de Italia fue un equipo armado alrededor de un Maradona diezmado en lo físico. Un equipo pensado para no sufrir abajo y explotar arriba. Era lo que había. Y se llegó a la final. Una instancia a la que Argentina llegó en 4 ocasiones. En 2, estuvo Bilardo sentado en el banco.
Decir que un equipo de Bilardo juega "feo", es no haber visto nunca, ni en videos, lo que era el mediocampo de Estudiantes de La Plata versión 82: Sabella, Ponce, Trobbiani. Esos tres eran un canto al espectáculo. Y a todos los hizo brillar Bilardo.
El bilardismo, pues, es una filosofía. En donde el esfuerzo es el camino al éxito. En donde el trabajo constante, es la forma de autosuperación. En donde el "nosotros" importa más que el "yo". En donde cada uno debe conocer a la perfección su función dentro del equipo, y conocer la función del compañero. En donde debo conocer a quien me enfrento, sus debilidades y sus fortalezas. En donde para atacar, tengo que estar bien preparado para defenderme. El bilardismo enseña que a veces es preferible reventarla a la tribuna que "salir jugando".
En donde el rival puede ser superior y por lo tanto hay que saber aprovechar cada ocasión. Cuando el rival es superior, las ocasiones se presentan en forma de pelota parada. Y por eso, debo practicar las pelotas paradas una y otra y otra vez, para poder sacar ventaja en ese ítem.
El bilardismo es ganar. Si se puede jugar a un toque, con velocidad, se juega. Si se tiene que jugar al pelotazo a las bandas, se juega. Si se tiene que jugar con pases al vacío, se juega. Si se tiene que jugar de contra, se juega de contra. Si hay que colgarse del travesaño, uno se cuelga.
viernes, 27 de julio de 2012
Después de publicar en Twitter (@sebaalbesa) lo grosso (con doble ese) que es Vader, me apareció esto:
@sebaalbesa Vader, you must confront Vader, then, only then, a jedi will you be...and confront him you will.
jueves, 26 de julio de 2012
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