El bilardismo, más que una forma de jugar al fútbol, es una forma de encarar la vida.
Muchas veces se pone al bilardismo por oposición al menottism*, como si fuera una forma "fea" de jugar al fútbol. El famoso "tikitiki", "la nuestra" que tanto pregonan desde el periodismo trucho de Pagani y Bonadeo.
Pero el bilardismo, no es eso. Decir que los equipos de Bilardo juegan "feo" o juegan "mal", tomando como parámetro el equipo del mundial de Italia 90, es desconocer el fútbol.
El equipo del mundial de Italia fue un equipo armado alrededor de un Maradona diezmado en lo físico. Un equipo pensado para no sufrir abajo y explotar arriba. Era lo que había. Y se llegó a la final. Una instancia a la que Argentina llegó en 4 ocasiones. En 2, estuvo Bilardo sentado en el banco.
Decir que un equipo de Bilardo juega "feo", es no haber visto nunca, ni en videos, lo que era el mediocampo de Estudiantes de La Plata versión 82: Sabella, Ponce, Trobbiani. Esos tres eran un canto al espectáculo. Y a todos los hizo brillar Bilardo.
El bilardismo, pues, es una filosofía. En donde el esfuerzo es el camino al éxito. En donde el trabajo constante, es la forma de autosuperación. En donde el "nosotros" importa más que el "yo". En donde cada uno debe conocer a la perfección su función dentro del equipo, y conocer la función del compañero. En donde debo conocer a quien me enfrento, sus debilidades y sus fortalezas. En donde para atacar, tengo que estar bien preparado para defenderme. El bilardismo enseña que a veces es preferible reventarla a la tribuna que "salir jugando".
En donde el rival puede ser superior y por lo tanto hay que saber aprovechar cada ocasión. Cuando el rival es superior, las ocasiones se presentan en forma de pelota parada. Y por eso, debo practicar las pelotas paradas una y otra y otra vez, para poder sacar ventaja en ese ítem.
El bilardismo es ganar. Si se puede jugar a un toque, con velocidad, se juega. Si se tiene que jugar al pelotazo a las bandas, se juega. Si se tiene que jugar con pases al vacío, se juega. Si se tiene que jugar de contra, se juega de contra. Si hay que colgarse del travesaño, uno se cuelga.
sábado, 28 de julio de 2012
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