sábado, 20 de febrero de 2010

Son decisiones

Muchas veces me enseñaron que hay tres clases de hombres. El hombre de ideas, aquel que está todo el tiempo soñando. El hombre de obras, que es aquel que está en acción todo el tiempo, llevando a cabo los planes del hombre de ideas. Y el Hombre entre hombres, aquel que Papini nos describía tan soberbiamente como el hombre que guiará al resto a una empresa tan grande como perfecta.
Muchas veces me pregunté que me faltaba para ser ese Hombre. Porque si me tengo que encasillar en alguno de esos tipos, creo que estoy mucho más cerca del hombre de ideas que de los otros dos. Y lo que me falta, creo, es decisión. El hecho de conocer rápidamente mil opciones y saber cuales son los posibles desenlaces para cada opción, siempre me genera temor. Temor de no tomar la decisión correcta, temor de no haber analizado bien las opciones, temor de equivocarme. Y ese temor me paraliza, me lleva a la inacción. Me lleva muchas veces, a decidirme más por el azar, que a hacerlo por convencimiento de obrar correctamente.
Y es que, las decisiones son las que nos forja como hombres. Y es ese temor el que me impide crecer. Es ese temor el que me retiene estancado. Por eso la importancia de tener siempre a Dios, y confiarse en la Divina Providencia. Porque si uno sabe interpretar Sus designios, las decisiones se hacen más fáciles. Pero para interpretar sus designios correctamente, es imperioso tener una relación fluida con Dios: la vida de Gracia, sostenida en los Sacramentos, en las Virtudes y en la Oración. Y así, con el consejo del Paráclito, las decisiones son más sencillas. Y así el temor no paraliza y podré dejar de ser un hombre de ideas, para convertirme por fin, en un Hombre entre hombres. Sé que es tremendamente complicado y que estaré toda mi vida luchando. Pero sé que si me mantengo firme, podré vencer.

martes, 16 de febrero de 2010

Está preparada la Argentina?

Cuando a finales de octubre de 2008 se nombraba a Maradona como DT, no lo voy a negar, tuve una pequeña esperanza. Esperanza de que la presencia de Maradona, el mejor jugador que jamás haya usado la camiseta de la selección, pudiera influir sobre el rendimiento de los jugadores.
El primer partido fue algo interesante: victoria 2 a 0 sobre Francia, de visitante, con un interesante despliegue técnico y táctico. Pero con el correr del año, todo se transformó en un quilombito digno de las partuzas del Dié. Esquemas tácticos nulos, jugadores desparramados por la cancha sin una función clara que cumplir en ninguna fasceta del juego, declaraciones incongruentes, cambios constantes en la formación, miles de convocados, malas convocatorias, partidos intrascendentes que se ganan de pedo, el "que la sigan chupando" y demás me hicieron perder toda esperanza. Bah, no toda. Juega el Pelado, así que algo de interés tengo por la selección todavía. Pero, sólo me interesa poque juega Verón. Hace ya rato que la selección no me interesa ni me despierta pasiones. 103 convocados y todavía no llamó a Saviola. Hoy, sin ir más lejos, dijo que tiene chances de ir al mundial "el arquero de Arsenal" (sic). Me reía cuando en La Redó! un comentarista se lo imaginaba hablando de "del deforme del City y el pelado puto del Inter". Pero es capaz de decir esas cosas.
Lo más probable, es que nos volvamos en octavos. Porque hasta esta selección puede pasar la priemera fase con el grupo horrible que nos tocó. Cuando quedemos eliminados en manos de Suiza, con un 0-3 contundente... la Argentina estará preparada para que Maradona deje de ser un personalidad pública con free pass para todo? Dejará de ser D10s para pasar a ser el Diegordo, Maradroga y demás? Pasará a ser un Ruggeri más? No sé si la sociedad va a estar a la altura de las circunstancias.