Los grandes también lloran

Hace un par de días, el Oveja Hernández (DT de la Selección de Básquet) contaba acerca de una enseñanza que le había dejado un técnico en España (creo que era un técnico serbio, no lo recuerdo). Este Dt le había preguntado al Oveja "Si tienes dos jugadores de las mismas carcterísticas, con el mismo potencial, pero uno ha ganado ya varios campeonatos y el otro nunca ha ganado nada... ¿a cuál eliges?" Cuenta Hernández que se quedó pensativo unos momentos, sopesando la respuesta, cuando el serbio le contestó "Debes elegir al que ya ha ganado. Porque cuando uno ha ganado algo, no puede parar de ganar, siempre quiere más, le toma el gusto a la victoria. En cambio, el que no ha ganado nada se conforma con lograr poco, no con lograr la victoria".

Creo que esto es lo más lindo que tiene el deporte: la gloria. Hoy, Roger Federer demostró que es un ejemplo de deportista. Una vez más.

Las lágrimas de Federer por no poder ganar su 14º Grand Slam conmovieron a todo el mundo; incluso a su verdugo y pesadilla, Rafael Nadal. Federer es el tenista que mas dinero ha ganado en toda la historia del tenis. Es considerado por la gran mayoría de los expertos como el mejor jugador de toda la historia. Y sin embargo las ganas de ganar, las ganas de tocar la gloria no las ha perdido. Ya lo demostró en Beijing 2008, cuando celebró con auténtica alegría la medalla de oro en dobles.

Roger Federer, un gran tenista, pero un mejor deportista, que seguramente superará el record de Sampras, que ha marcado la historia del tenis y que es un ejemplo para todo el mundo. Los grandes también lloran. Hoy no habrá ganado el Abierto de Australia, pero ha ganado en la consideración de todo el mundo deportivo. Salud Campeón, por muchos éxitos!

Las comnovedoras lágrimas de Federer

Párrafo aparte para Rafael Nadal. Un jugador que ha progresado muchísimo en los últimos años. Sin dudas, el Rafa sería el más grande, de no ser por Roger. Y Roger hace rato que hubiese roto todos los records, de no ser por Rafa. Nadal, también demostró grandeza humana y deportiva. Somos privilegiados de ver a estos dos fenómenos en cancha, lástima que siempre gane Nadal.